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Cómo usar los cambios de la bicicleta de forma correcta

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Aprender a usar los cambios de una bicicleta es clave para disfrutar de un pedaleo cómodo y eficiente en cualquier terreno. Muchos principiantes se preguntan: ¿Cómo saber cuántos cambios tiene una bicicleta? La respuesta está en contar los platos delanteros y multiplicarlos por los piñones traseros. 

Otra duda común es: ¿Cómo saber en qué marcha estás en una bicicleta? Generalmente, la posición de las manetas o palancas te lo indica. Finalmente surge: ¿Cómo se pedalea correctamente? Manteniendo una cadencia fluida, sin forzar demasiado y aprovechando los cambios para adaptarte a subidas, bajadas o terreno plano.

Si eres un ‘loco’ de la bici y forma parte de tus vacaciones, de tus fines de semana, de tu vida deportiva, sigue leyendo porque en este artículo aprenderás un montón de ‘tips’ para sacar más partido a tu práctica ciclista. 

Al lío.

¿Para qué sirven las marchas de la bici?

Las marchas de la bicicleta sirven para adaptar el esfuerzo del pedaleo a las condiciones del terreno y a la fuerza del ciclista. Cuando se enfrentan subidas, los cambios más suaves permiten girar los pedales con mayor facilidad, aunque avances menos con cada vuelta. En bajadas o en terreno plano, los cambios más duros ayudan a aprovechar la inercia y alcanzar más velocidad. 

Gracias a este sistema, se evita el desgaste excesivo de las piernas y se mantiene una cadencia estable. En resumen, las marchas permiten un pedaleo más eficiente, cómodo y seguro en todo tipo de rutas.

Cómo funcionan los cambios de una bicicleta

Los cambios de una bicicleta funcionan mediante un sistema de desviadores que mueven la cadena entre platos delanteros y piñones traseros. En la parte delantera, los platos determinan la fuerza necesaria para cada pedaleo: el plato grande exige más esfuerzo pero ofrece más velocidad, mientras que el pequeño facilita las subidas. En la parte trasera, los piñones ajustan la resistencia de forma más precisa al permitir transiciones suaves entre marchas. Las manetas o palancas en el manillar activan los desviadores. De esta manera, el ciclista combina platos y piñones para encontrar la relación ideal según la pendiente y el terreno.

Marchas de bicicleta: cómo usar en cada situación

Saber cuándo y cómo usar las marchas de la bicicleta es fundamental para mejorar la comodidad y el rendimiento en cada trayecto. Según el terreno, la pendiente o la velocidad deseada, elegir la relación adecuada permite pedalear con menos esfuerzo, cuidar tus piernas y aprovechar mejor la energía. Veamos esta cuestión más al detalle: 

Cómo usar las marchas en subidas. 

En las subidas, el objetivo es mantener una cadencia fluida sin forzar demasiado las piernas. Para ello, conviene usar marchas bajas, es decir, el plato pequeño o mediano combinado con piñones grandes en la parte trasera. Esto reduce la resistencia y permite girar los pedales con mayor facilidad, aunque avances menos por pedalada. Es importante anticiparse: cambia de marcha antes de que la pendiente se vuelva demasiado exigente para evitar que la cadena se tense en exceso. Mantén una respiración constante, elige un ritmo cómodo y procura pedalear de manera redonda para optimizar la energía en la ascensión.

Cómo usar las marchas en terreno plano. 

En terreno plano, lo más recomendable es mantener un pedaleo constante y eficiente. Para ello, puedes usar el plato mediano o grande combinado con piñones intermedios. Esta combinación permite avanzar con buena velocidad sin exigir demasiado a las piernas. Lo ideal es encontrar una cadencia cómoda, entre 70 y 90 pedaladas por minuto, evitando marchas demasiado duras que provoquen fatiga o demasiado suaves que resten eficiencia. También conviene cambiar de marcha de forma suave si el viento o el terreno varían ligeramente. En estas condiciones, las marchas ayudan a sostener un ritmo uniforme y disfrutar de un pedaleo relajado.

Cómo usar las marchas en bajadas. 

En las bajadas, lo más aconsejable es aprovechar la inercia para ganar velocidad sin gastar demasiada energía. Para ello, se utilizan marchas más duras: el plato grande o mediano combinado con piñones pequeños en la parte trasera. Esta relación permite mantener el control del pedaleo sin que las piernas giren en exceso. Sin embargo, no es necesario pedalear constantemente; muchas veces basta con dejar que la bicicleta ruede. Cambiar de marcha con anticipación al final de la bajada también es importante, así estarás preparado para un terreno plano o incluso una subida. Mantén siempre el control y la seguridad.

Algunas FAQs sobre los cambios de la bicicleta 

Si todavía te quedan algunas dudas sobre el universo del plato y el piñón, estas Frequently Asked Questions (que es lo que significa FAQ), te serán de gran ayuda.

  • ¿Cómo se usan los cambios en una bicicleta?
     Se utilizan para adaptar la fuerza del pedaleo al terreno, subidas, bajadas o velocidad deseada, facilitando el esfuerzo constante.
     
  • ¿Qué tipos de cambios de bicicletas existen?
     Existen cambios mecánicos, electrónicos, internos en el buje y externos, cada uno con distintos mecanismos para mover la cadena entre platos y piñones.
     
  • ¿Qué significan los cambios de una bicicleta?
     Los cambios indican la relación entre platos y piñones, determinando la resistencia al pedalear y la velocidad alcanzable según el terreno.
     
  • ¿Cómo saber cuántos cambios tiene una bicicleta?
     Se multiplica el número de platos delanteros por los piñones traseros; así se obtiene el total de combinaciones posibles.
     
  • ¿Cómo saber en qué marcha estás en una bicicleta?
     Se identifica observando la posición de la cadena sobre los platos y piñones y las manetas que controlan los desviadores.
     
  • ¿Cómo se pedalea correctamente?
     Se mantiene una cadencia constante, con movimientos suaves y redondeados, aprovechando los cambios para no forzar las piernas.

Y ahora, la carretera o las rutas ciclables te esperan. Eso sí, recuerda extremar las precauciones cuando te subas a una bici y ponerte siempre el casco. 

¡Y a disfrutar!